(67 Avis)
Alojamiento y servicios impecables: los colores de las paredes, el mobiliario, las lámparas, la luz natural, el jardín, la piscina, la altura de los techos (estuvimos en la habitación de la última planta), el colchón, las toallas, las sábanas, los jabones, las vistas, el desayuno (la fougasse, el yogur con manzana, pera, gengibre y pasas...), la ubicación, la temperatura, el entorno, las recomendaciones de actividades y restauración... todo inmejorable. Un placer y una suerte, descubrir la belleza de la Camarga en Marcelle en Camargue, la idílica casa de Franck y Fabien....