Solo se salva Manuela, es muy amable, y servicial, habla español, la dueña es una seta, hasta el punto de no darnos un rollo de papel para el baño, nos dijo que lo teníamos que pagar, después de pagar 15 € por persona por un juego de sábanas viejo y lleno de bolas y 40 € por la limpieza, el apartamento muy sencillo, el colchón muy viejo y lleno de muelles que se clavan en todo el cuerpo, le pongo una estrella por poner algo, no lo recomiendo de aucune manière. la petite ville est pas mal, elle a deux plages assez correctes, mais avec peu d'ambiance et très loin au nord de l'île et très loin des lieux... l'aspect généralement sale. Je n'y retournerais pas même s'ils me l'avaient donné.